Ahora que estamos en Semana Santa ¿no os habeis parado a pensar en la multitud de similitudes que tiene esta celebración religiosa con el BDSM? Hay muchas coincidencias a nivel estético y de otras índoles: desde el bondage, a la exhibición pública, pasando por el dolor como forma de redención o la sumisión al ser superior.
La Semana Santa católica es indudablemente un ejemplo de auténtica puesta en escena, algo que también se da mucho en una sesión BDSM. Hay disfraces, hay ritual y ceremonia, hay castigos, verdugos etc. Todos los elementos necesarios para que nos identifiquemos si queremos en un juego de rol sadomaso.
Los penitentes salen en procesión por las calles, descalzos, de rodillas, con cintures oprimiendo su cuerpo (no he llegado a ver cilicios, pero quizás aprovechan estas fechas para sacarlos a pasear en público)… lo que es todo un espectáculo bedesemero para quienes lo vemos con otros ojos.
Puesto que parece ser que abundan más los esclavos que los Amos, el lugar preferido por muchos sería el de Jesús. Es quien recibe los castigos, quien se somete al Padre, quien se humilla en público, etc. De hecho, en esta Semana Santa el papel de hijo de Dios es el más preciado por aquellos devotos que quieren participar en las diversas procesiones, representaciones, etc que se celebran en todo el estado español.
Incluso los masocas pueden salir a la calle a martirizarse ellos solos, sin temor a ser señalados por sus vecinos como pervertidos. Al contrario, las marujas del pueblo le alabarán diciendo “Mira fulanito, qué devoto!!”
Algunas de las prácticas BDSM que vemos en Semana Santa:
PASIÓN POR LA CERA: de las procesiones al dormitorio, las velas alumbran y cubren los cuerpos de penitentes y esclavos.
PASIÓN POR LA FLAGELACIÓN: en la Semana Santa los penitentes se flagelan en público a plena luz del día, como en una celebración del Folsom.
PASIÓN POR LA CRUCIFIXIÓN: en el BDSM es muy frecuente ver imágenes de esclavos atados en cruces. De hecho, uno de los muebles BDSM más famosos y utilizados es la cruz de San andrés.
ADORACIÓN DE PIES: la genuflexión (el gesto de arrodillarse) indica actitud de respeto, humildad y adoración.
En antiguas civilizaciones, arrodillarse era un gesto de respeto ante las personas constituidas en autoridad. Y desde los siglos XII-XIII se ha convertido en el más popular símbolo de la adoración al Señor presente en la Eucaristía: es una muestra de la fe y del reconocimiento de la Presencia Real. Es todo un discurso corporal ante el Sagrario: Cristo es el Señor y ha querido hacerse presente en este sacramento admirable y por eso se dobla la rodilla ante El.
En el BDSM no hace falta decir que es un símbolo de muestra de respeto por el Dominante. Por otro lado, el fetichismo de pies (parafilia también llamada podofilia) es uno de los fetichismos más comunes en los varones.
HUMILLACIÓN EN PÚBLICO: durante el Vía Crucis Jesús fue humillado en público, recibió azotes, insultos, le despojaron de sus ropas, etc. En el BDSM la humillación está muy presente, ya le dedicamos tres posts a este tema.