Los sumisos que practican el “dog training” son conocidos como “humandog” (perros humanos) y se diferencian bastante de los esclavos convencionales. El “humandog” es feliz porque se siente inferior al ser tratado como un animal, y como tal es entrenado a la conveniencia de su dueño. Es un tipo de sometimiento en gran medida psicológico.
Este tipo de entrenamiento es realmente duro. Lo primero es ponerse collar y a “4 patas”, y tener claro que no has de ponerte de pie.
Olvídate de comer 3 veces al día para comer sólo una vez y comida de perro (si el cuerpo lo admite). Al perro se le obliga a comer y beber de un comedero situado en el suelo.
Un perro ha de olvidarse de hablar para sólo ir ladrando. Los “humandog” son entrenados para no usar el lenguaje, han de comunicarse con sonidos y ladridos.
También se les enseña a obedecer las órdenes más comunes y simples que se usan habitualmente con animales de compañía (perros). Y como tales animales no llevan ropa.
No debemos pensar que el “dog training” consiste únicamente en convertir en perro a alguien de manera permanente. Se trata de que el sumiso actúe como perro cuando el amo quiera y lo ordene. De vez en cuando y no de manera permanente. Puede ser por placer o como un castigo para el sumiso. El “dog training” puede producir situaciones muy humillantes para el sumiso si es obligado a comportarse como perro delante de terceras personas.
Bien mirado, y a cierto nivel, no es una práctica tan extraña ni rara: en el BDSM es muy común ver a un dominante llamar “perro” a su sumiso, obligarle a lamer como si fuera un animal, etc.
Otra cosa a tener en cuenta es que hay muchas personas a las que interesa el “dog training” y que no participan necesariamente de otras prácticas BDSM.
Existen Amos que se dedican al entrenamiento de esclavos que quieren aprender este tipo de disciplina, sólo hay que tomárselo en serio y tratar de aprender.
PERFIL DEL “HUMANDOG”
Los “humandogs” tienden a “ser totalmente pasivos y sumisos, con una naturaleza verdadera de perro” que incluye una simplicidad de la vida, el cuidado, el control… siendo naturalmente leales y confiados. Sus intereses sexuales suelen incluir elementos del mundo SM como el bondage prolongado y la humillación verbal.
Necesitan ser controlados.
No se sienten avergonzados y son absolutamente felicies en su papel, se sienten mal cuando no tienen Amo.
Responden normalmente bien al tacto de los Amos, lamiéndoles las manos, comiendo de ellas, sintiendo su fuerza a través de ellos. Les gusta que su Amo acaricie su cuello, que frote ligeramente su cabeza. Necesita que su Amo les deje frotarse contra sus piernas, sumergir su cara en el Amo… para ser feliz.
Les gusta aferrarse a la pierna o al culo de su Amo. Algo a tener en cuenta para la seguridad de su perrito-sumiso es que puede sufrir ansiedad y desorientación si le falta su Amo.
El esclavo se ve como una propiedad personal de su Amo. Confía plenamente en él. Conseguirá placer de cosas muy simples, su Amo debe tener mucho cuidado y esmero en su entrenamiento.
Le gusta que su Amo esté orgulloso de él, y hará cualquier cosa para conseguirlo.
Tienden a tener una mente muy abierta e imaginativa; siempre receptiva y lista para ceder el control a su Amo.
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